Los efectos económica producto de la pandemia provocada por el Covid-19, crearon la necesidad de modificar las condiciones de los créditos, ajustándolos a las nuevas circunstancias.
Conoce esta útil información respecto al refinanciamiento y sus características.
El refinanciamiento es una de las figuras que se pueden aplicar para modificar el pago de un crédito, en busca del alivio financiero.
La primera acción que debes realizar es dirigirte a la institución con quién tienes productos financieros y explicar tu situación actual. Cuando eres tú quien toma la iniciativa evitas caer en mora, lo que genera gastos de interés y cobranza, afectando tu calificación crediticia.
Considera que las instituciones tomaran en cuenta los siguientes aspectos:
Tu capacidad de pago:
Significa el dinero que está disponible al restar tus gastos y deudas de tus ingresos.
¿Sabes cómo identificar tu capacidad de pago?
Aquí te ayudamos: Anota cuál es tu ingreso líquido, para esto debes restar impuestos y retenciones, para identificar cuánto es tu gasto fijo mensual.
En tu gasto debes incluir los gastos fijos, recuerda que estos son tu vivienda, servicios básicos, alimentación en casa, higiene, salud, educación, movilización y vestimenta, identifica tus gastos variables, estos pueden ser comidas fuera de casa, plan de internet, televisión por cable, celular, compra de accesorios de moda, etc. no olvides que las deudas también pertenecen a este rubro.
Aprende y practica esta simple operación:
Ingresos
- Gastos
- deudas
= Capacidad de pago
Si la diferencia entre tus ingresos y egresos es negativa o cercana a cero, identifica qué gastos puedes reducir o eliminar para mejorar tu capacidad de pago.
Tu comportamiento de pago: Se refiere a tu historial crediticio, es decir, tu comportamiento o cumplimiento de los acuerdos de pago con instituciones como bancos, casas comerciales, entre otros.
Tus Opciones: Una vez realizada la evaluación, la institución financiera te ofrecerá la alternativa más conveniente para solventar tu situación.
Disciplina: Al solicitar una renegociación o alivio financiero también adquieres el compromiso de controlar tus gastos, ya sean; en efectivo, mediante transferencias o tarjetas de crédito. Cumplir tus nuevos acuerdos de pago te permitirá tener las puertas abiertas para futuros créditos.
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